Bueno, llevaba algún tiempo queriendo
escribir este post y ahora que se ha puesto en boca de todos el
apelativo con que unos periodistas daneses llaman a la Princesa
española ('la Hambrienta'), no es casualidad que yo pensaba lo mismo
-y como yo muchos otros-, pues está mujer ha pasado de ser delgada a
tener menos carne que la pechuga de una hormiga.
Pero ella no es la única princesa
“escuálida”. Ahí mismo, en Inglaterra, tenemos a Catherine
Middleton, alias Duquesa Catalina de Cambridge, que puesta al lado de
la española no sabría yo decir cual de las dos pesa menos...
Resulta un tanto curioso que cuando una
famosa empieza a coger kilos ya le están echando en cara todo lo
habido y por haber: Que mala imagen está dando... Que esto es
fruto de una depresión... Que ya está poniendo remedio... Que las
adolescentes tomarán muy mal ejemplo... Que si esto, y que si lo
otro... Pero si es más flaca
que un palillo o pierde peso a ojos vista, parece que a la gran
mayoria o le da igual o mira para otro lado ¡o incluso le parece
perfecto!
Diríase que
todavía hay gente que no le da mucha importancia a esa “minucia”
llamada anorexia.
Letizia |
Catalina |
Y yo no quiero ser
menos “borde” que los atacan a las famosas entradas en carnes, y
con más motivo pues no soy monárquico, voy a darles el premio
'Clavícula Seca' ex aequo a ambas princesas, y posibles futuras
reinas, por su extremada delgadez, por dar muy mala imagen a las
chicas que quieren parecerse a ellas y por no fomentar el peso
“real”.
¡Ala, y con esto y
un bizcocho, hasta mañana a los ocho!
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